Actividades de plastilina: por qué son buenas para los niños
La plastilina es una maravillosa experiencia sensorial y de aprendizaje para los niños.
Mientras su hijo moldea la plastilina en una pelota o una serpiente, piensa de forma creativa. Los movimientos de apretar, pellizcar y tirar también fortalecen los músculos de la mano de su hijo y desarrollan la motricidad fina.
Y si le da a su hijo algunas herramientas y juguetes para añadir a la actividad de la plastilina, puede realmente despertar la imaginación y la creatividad de su hijo.
Lo que necesitas para las actividades de plastilina
- Masa para jugar comprada o hecha en casa – ver las recetas abajo
- Herramientas para cortar, dar forma y hacer patrones – por ejemplo, palitos de helado, cuchillos y tenedores de plástico, rodillos, cortadores de galletas, etc.
- Cosas para juegos imaginativos – por ejemplo, animales de plástico, coches de juguete, objetos naturales como palos y conchas marinas, o equipos de horneado de fantasía como bandejas de panecillos o latas de pasteles
Cómo jugar con plastilina
Su hijo puede jugar con plastilina en cualquier lugar, pero es mejor sentarlo en una mesa. Esto le da a su hijo una buena superficie de trabajo y puede evitar que las cosas se ensucien demasiado. Puede utilizar un mantel individual de plástico si quiere mantener la superficie limpia.
Así es como se empieza:
- Deje que su hijo experimente con la plastilina.
- Muéstrele a su hijo cómo rodar, estirar y aplanar la plastilina.
- Hable de cómo se siente la plastilina y de lo que su hijo está haciendo.
Aquí hay ideas para ayudar a su hijo a ser creativo con la plastilina:
- Déle a su hijo objetos para hacer patrones en la plastilina. Por ejemplo, su hijo podría usar un tenedor para hacer un patrón de puntos. Su hijo podría presionar una concha marina en la plastilina, o hacer pistas con un coche de juguete.
- Fomentar el juego imaginativo con las bandejas de panecillos y el equipo de horneado de fantasía. Por ejemplo, su hijo podría fingir que está haciendo un pastel con la plastilina.
- Déle a su hijo animales de plástico para que los use con la plastilina. Por ejemplo, su hijo podría hacer un lago para los patos, o hacer bolas con plastilina para hacer manzanas para un caballo.
- Haga gente de plastilina con su hijo. Su hijo puede doblarlos en diferentes poses. O su hijo puede aplastarlas y empezar de nuevo si quiere.
Si estás haciendo tu propia plastilina, puedes hacer que tu hijo se involucre. Deje que su hijo mida, vierta y mezcle los ingredientes. Su hijo se sentirá entusiasmado y orgulloso de estar haciendo su propio juguete.
Adaptación para niños de diferentes edades
Su hijo menor podría querer disfrutar de la sensación de la plastilina o dedicarse a hacer formas y texturas.
A su hijo mayor podría gustarle hacer cosas como animales o personas.
Lo más importante es seguir el ejemplo de su hijo, y dejar que su hijo use la plastilina de una manera que se adapte a sus intereses.
Recetas caseras de plastilina
Masa cocida para jugar
Esta plastilina se guarda bien en la nevera. Su alto contenido en sal hace que tenga un sabor desagradable. No es seguro para comer.
Ingredientes:
- 2 tazas de harina común
- 4 cucharadas de crema tártara
- 2 cucharadas de aceite de cocina
- 1 taza de sal
- colorante alimentario
- 2 tazas de agua
Método:
- Mezcla los ingredientes en una cacerola.
- Revuelva a fuego medio durante unos cinco minutos hasta que la mezcla se adhiera y se solidifique.
Masa para jugar sin sal
Esta plastilina es mejor para los niños más pequeños. No durará tanto como la plastilina cocida.
Ingredientes:
- 2 tazas de harina común
- ½ taza de aceite
- colorante alimentario
- agua
Método:
- Mezcla el aceite y la harina.
- Añade colorante alimenticio.
- Mezclar lentamente en agua hasta obtener la consistencia deseada.
La plastilina no es un alimento, pero a veces los niños se sienten tentados a probarla. Si es difícil impedir que su hijo se lleve cosas a la boca, utilice plastilina sin sal, que es más segura.
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