Familias: lo que necesitan
Las familias emocionalmente fuertes generalmente tienen algunas cosas en común:
- seguridad emocional y física
- mucha calidez, cuidado y atención positiva
- reglas y rutinas firmes y justas
- buena comunicación
- conexiones con otros fuera de la familia.
Seguridad emocional y física
Todos los miembros de la familia deben dar al resto sensación de seguridad emocional y física.
Esto significa que cuando estás con tu familia, puedes relajarte y ser tú mismo. Está bien estar asustado, enfadado, excitado, ansioso o cualquier otra cosa cuando estás con tu familia. Esos sentimientos serán aceptados y entendidos.
Si tu hijo tiene una base familiar segura, es probable que tenga más confianza en sí mismo y en su capacidad para explorar el mundo fuera de su familia. Esto se debe a que sabe que puede acudir a ti en busca de consuelo, apoyo y protección si las cosas se ponen feas en un mundo grande y ancho, aunque sólo sea en el patio de recreo.
Consejos para crear seguridad y protección
Aquí hay algunas formas de crear sensación de seguridad en la familia:
- Habla con tu pareja, sobre las rutinas que os gustaría crear para el peque y la familia, por ejemplo, cuentos para dormir. Las rutinas aumentan la sensación de seguridad y pertenencia al grupo.
- Habla con tu hijo sobre los sentimientos. Incluso podría haber un momento regular para compartir los sentimientos. Por ejemplo, cada miembro de la familia podría compartir sus experiencias del día en la cena: «Que ha sido lo mejor del día» y «Que ha sido lo que menos nos ha gustado del día».
- Piensa lo que harás para manejar los «grandes» sentimientos de una manera calmada. Si os sentís estresados o molestos, puede que os guste dar un paseo o escuchar música.
- Si te sientes de mal humor y enojado la mayor parte del tiempo, sería bueno que te concentraras en cuidarte o en buscar ayuda para manejar estos sentimientos.
- Mostrar respeto por los demás escuchando, esperando a que la gente termine de hablar y evitando las críticas. Si necesitas estrategias, podrías buscar formas de mejorar tus habilidades de negociación, de resolución de problemas y de manejo de conflictos.
Como padres, la forma en que os sentís y os comportais puede tener un gran efecto en los otros miembros de la familia, especialmente en tu hijo. Por ejemplo, si te sientes enfadado o estresado, tu hijo también podría sentirse así. Por eso es tan importante que te cuides, elijas un estilo de vida saludable y obtengas apoyo si lo necesitas.
Amor, cuidado y atención positiva en la familia
Ser cariñoso y afectuoso con tu familia, ayuda a construir buenas relaciones.
Los niños de familias cariñosas y afectuosas se llevan mejor con otros niños y profesores, y son menos propensos a los conflictos. Además, el afecto hace que tu hijo se sienta especial, lo que puede ayudarle a afrontar los altibajos en la vida.
La atención positiva también es importante. Esta es la forma en que muestras lo agradable que es la relación con tu peque, por ejemplo, poniéndote a su altura y mostrando interés en lo que está haciendo. La atención positiva crea conexión y muestra a tu hijo que estás disponible si lo necesita.
Aunque tus hijos tengan diferentes temperamentos, necesidades y talentos, todos ellos necesitan tu interés, estímulo y elogios para ayudarles a sentirse bien consigo mismos. Esto aumenta su autoestima y confianza.
Consejos para crear amor y atención positiva en la familia
Aquí hay algunas sugerencias para tu familia:
- Dile a tu hijo cuánto lo quieres, y busca oportunidades para decirle que estás orgulloso de él.
- Sonríe y mira a los ojos de tu hijo cuando le hables.
- Muestra afecto físico siempre que puedas.
- Elogia y anima a las personas de la familia cuando hagan algo bueno o algo cariñoso por los demás. Por ejemplo, «Noa, gracias por preparar la merienda de tus hermanos, ha sido de gran ayuda».
- Demuestra tu amor creando momentos divertidos para compartir juntos.
- Crea oportunidades para un tiempo especial uno a uno, haciendo algo que ambos disfrutéis.
Rutinas y reglas para familias felices
Las reglas firmes y justas permiten que todos en la familia sepan lo que se espera y cómo comportarse. Las rutinas pueden ayudar a los miembros de la familia a llevarse mejor, y hacer la vida familiar más pacífica.
Las reglas efectivas son declaraciones claras sobre cómo la familia quiere cuidar y tratar a sus miembros. Elige las cosas más importantes sobre las que establecer reglas, por ejemplo, una regla sobre no lastimarse físicamente unos a otros sería una obligación para la mayoría de las familias. También puede desarrollar reglas sobre seguridad, cortesía, rutinas diarias y respeto mutuo.
Cuando los niños se crían en familias con rutinas y reglas apropiadas, les va mejor en la escuela y es menos probable que se involucren en actividades de riesgo cuando son adolescentes. Las reglas justas y las consecuencias razonables ayudan a los niños a aprender límites que pueden utilizar en otras áreas de sus vidas; por ejemplo, los límites en el hogar pueden ayudar a los niños a seguir las reglas en la escuela.
Las rutinas son las actividades regulares planificadas que haces la mayoría de los días, por ejemplo, hacer las comidas, vestirte, ir a la cama y así sucesivamente. Estas actividades ayudan a que la casa funcione sin problemas.
Las rutinas también le permiten tu hijo saber lo que es importante para la familia. Pueden ayudar a fortalecer sus creencias y valores compartidos, y construir un sentido de pertenencia y unión en casa. Construyen un sentido de previsibilidad y estabilidad cuando hay otras tensiones en la vida familiar.
Consejos para crear reglas y rutinas
Aquí hay algunas sugerencias para crear reglas y rutinas familiares:
- Involucra a tu hijo en las tareas y los quehaceres y déjalo que te ayude a averiguar quién hace qué en la familia. Esto le da un sentido de contribución a la vida familiar.
- Organizar reuniones regulares para que tu hijo participe en la creación de reglas familiares y en la planificación de eventos.
- Adapta las rutinas y reglas a medida que tu hijo crezca. Esto puede ser tan simple como dejar que se vaya a la cama más tarde o que se le marque una hora de llegada, o dejar que haga la cena una noche a la semana.
- A medida que tu hijo llega a la adolescencia, puedes explicarle que la independencia adicional va acompañada de una responsabilidad adicional.
Las rutinas pueden ayudar realmente a los niños con discapacidad, a los que les puede resultar difícil comprender o afrontar el cambio.
Puedes pinchar aquí para saber más sobre las rutinas familiares.
Buena comunicación
Las familias que se apoyan mutuamente se comunican bien sobre las cosas buenas y malas. Esto les permite celebrar juntos cuando los tiempos son buenos y hablar de los problemas cuando los tiempos son difíciles.
La buena comunicación en la familia trata:
- animar a los miembros de la familia a hablar entre ellos – y escuchar para que todos tengan la oportunidad de expresar cómo se sienten
- ayudar a los niños a aprender palabras que expresen sus pensamientos y deseos, para que sepan cómo pedir lo que necesitan o quieren
- realmente escuchando y respondiendo de manera sensible a todo tipo de cosas – no sólo cosas bonitas o buenas noticias, sino también la ira, la vergüenza, la tristeza o el miedo
- Escuchar el problema de un miembro de la familia y sentir empatía, sin sentir que tienes que resolver el problema o dar consejos
- aprender a negociar y comprometerse cuando hay un problema, para que cada uno obtenga parte de lo que quiere
- centrándose en el lenguaje corporal y las acciones, así como en las palabras.
Consejos para crear una buena comunicación
Aquí hay algunas sugerencias para crear una buena comunicación en la familia:
- Intenta dejar de hacer lo que estás haciendo y presta toda tu atención cuando tu peque quiere hablar contigo. Si en ese momento no puedes prestar toda tu atención, hazle saber que tiene que esperar un poco y luego será su momento.
- Deja una nota en su almuerzo del cole para que sepa que está pensando en él.
- Comer juntos en familia tan a menudo como sea posible, con el televisor apagado. Este es un momento en el que mejor podéis compartir lo que está pasando en el día.
- Cuando las emociones se vuelvan intensas, habla con tu hijo sobre lo que siente y pregúntele qué necesita.
Conexión con otros grupos
Estar conectado con otras personas que se preocupan por ellos es importante para los niños. Las conexiones valiosas incluyen el resto de la familia, amigos, escuela y vecinos.
Las conexiones ayudan a desarrollar la autoestima de los niños. Les dan un sentido más fuerte de su lugar en la familia, como nietos, primos o sobrinos. Y estar conectado con otros grupos de personas ayuda a los niños a aprender a relacionarse.
Otros adultos importantes pueden ser un apoyo para la familia cuando los tiempos son difíciles – por ejemplo, si hay una muerte en la familia – o una buena diversión cuando se van de vacaciones juntos o celebran ocasiones importantes.
Consejos para conectar a tu familia con otros
Aquí hay algunas sugerencias para conectar a tu familia con otros:
Te puede interesarCómo crear rutinas en la familia y por qué funcionan- Anima a tus hijos a ver a sus abuelos, tías, tíos y primos. Si viven lejos, hablen con ellos por teléfono, escriban cartas o videollamadas.
- Invite a los abuelos, tías, tíos, primos o amigos de la familia a eventos que sean importantes para tu peque, por ejemplo, una actuación.